Ayer cursé una invitación…especial, especial por que la envié al futuro, sí, leyeron bien, al futuro, si responde, me dije, es que está en construcción… talvez, hasta acepta matear con nosotros… pero no he recibido acuse de recibo, igualmente yo sé que está, allí. En la Plaza, en la Pile… haciendo música… y oigo que me dice…es lo que hay vio? un poquito de esto, otro poquito de aquello… un collage de Boludeces . y pienso ¡Cuánta razón tuvo Fontanarrosa al pedir aquella amnistía para las malas palabras. Las palabras no son ni buenas ni malas dijo: “hay palabras, de las denominadas malas palabras que son irremplazables, por sonoridad, por fuerza”, “bolucedes”, no tiene potencia, ni demasiada sonoridad, pero se ha vuelto irremplazable. ¿qué hacemos, cuando no hacemos nada, los argentinos?… ¡Exactamente!... Boludeamos… ¡Vieron! no hay otra, “es lo que hay… se hace lo que se puede”.
Todos deberíamos volver de tanto en tanto a aquellos años… ¿Te Acordás?
…de aquel tiempo en que las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico “Ta Te Ti suerte para mi”.
Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple “pido gancho”
“Los errores” se arreglaban diciendo simplemente “va de nuevo”.
Las discusiones terminaban con un “pan y queso”, o con un “¡biennnnnnnn!”.
El peor castigo y condena era que te hicieran escribir cien veces “no debo”.
Tener mucho dinero, solo significaba poder comprar mas provincias jugando al “Estanciero”, o comprarte un helado, o un paquete de palitos salados en el recreo.
Llenar un frasco con hormigas, o cazar mariposas, podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde.
Siempre había una forma de salvar a todos los amigos, y bastaba con un grito de “piedra libre para todos los compañeros”.
No era raro que tuvieras dos o tres “mejores amigos”.
“Es muy viejo…” y así te referías a cualquiera que tuviera mas de veinte años.
Siempre descubrías tus nuevas capacidades y habilidades a causa de un “a que no te animas?”.
No había nada que fuera más lindo y prohibido que “ jugar con fuego”, a pesar de que algún mayor te amenazara con que “el que juega con fuego a la noche se hace pis en la cama”.
“El último es cola de perro” era el grito que te hacia correr como un desaforado, hasta que sentías que el corazón te salía del cuerpo.
“El Poliladron” era solo un juego para los recreos, y era mucho mas divertido ser ladrón que policía.
“Las bombitas de agua” eran la más moderna, eficiente y poderosa arma que se había inventado.
“La desilusión” era haber sido elegido último para el equipo de tu escuela.
La palabra “Venenosa” se refería solo a un tipo de “mancha”, y no a ciertas alimañas o algunas personas.
Para viajar desde la tierra al cielo, solo tenías que jugar “rayuela”.
La red de una cancha de tenis tenía la altura perfecta para jugar un partido de voley y las reglas…no importaban demasiado.
“Verdad / Consecuencia”….si eras nena siempre elegías el color amarillo, ya que solo te preguntaban si era verdad que te gustaba…….en cambio si eras varón, siempre e indefectiblemente elegías el color rojo…y ahí nomás pedías un beso…en la boca.
Los hermanos mayores eran el peor de los tormentos pero también eran los más celosos, fieles y feroces protectores.
Haber llevado un arma a la escuela significaba que te habían atrapado con una onda de rulero.
Nunca faltaban los huevos de chocolate y golosinas que traía el conejo de Pascuas, ni el billete nuevo debajo de la almohada que te dejaba “el ratón Pérez”…..todo a cambio de tus dientes de leche.
“Guerra”…solo significaba arrojarse trozos de tiza y bollos de papel durante las horas libres…la guerra era algo que había sucedido antes de que naciéramos y que nunca volvería a suceder.
Los helados, por supuesto constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales.
Tu bici se transformaba en una poderosa moto solo con colocarle un cartón duro, o una chapita o una bombita de agua inflada entre los rayos de la rueda…si tu bici tenía el asiento banana…bue…eras el capo máximo de la cuadra.
Cambiar figuritas en el patio del colegio….si eras de los mas chicos siempre aparecía uno de los grandes y te decía que te daba un toco de figuritas por una tuya…claro, lo que vos no sabias era que esa que tenias en la mano era la mas difícil del álbum.
Las situaciones…"raras" las llamábamos afilar, atracar, bailar juntos, chapar, contigo pan y cebolla, cortó con, ir a más alto, franelear, ¿te hiciste señorita?, fulana gusta de, fulano habla con, ¿largaste o te largo? , me arregle con, te gusto. Si ustedes pueden recordar la mayoría de estas cosas…y más entonces significa que realmente han estado vivos…que han tenido una infancia feliz y que el niño que todos tenemos adentro todavía sigue vivo.
Por lo menos yo…me acuerdo de todo eso.
A todos nos viene bien tener siempre en mente esos tiempos en que todo era distinto.
Preservemos siempre ese pedacito nuestro en el que todavía somos niños, porque es el que nos hace relacionarnos entre nosotros, y con la vida de una manera más pura y mas honesta.
Esto se lo dedicamos a…cualquiera de nuestros amigos…que necesitan un pequeño descanso en su agitada y estresada vida de adulto…
Y que el último grite “piedra libre para todos los compañeros!!! Así, nos salvamos todos”.
El Texto que acaban de leer pertenece a Eduardo De la Puente - Mario Pergolini.(Rock andPop/ CQC/Algo Habrán Hecho…/ El Gen Argentino)
¿El mate?... riquísimo ¡gracias! Y será hasta la próxima.
…de aquel tiempo en que las decisiones importantes se tomaban mediante un práctico “Ta Te Ti suerte para mi”.
Se podían detener las cosas cuando se complicaban con un simple “pido gancho”
“Los errores” se arreglaban diciendo simplemente “va de nuevo”.
Las discusiones terminaban con un “pan y queso”, o con un “¡biennnnnnnn!”.
El peor castigo y condena era que te hicieran escribir cien veces “no debo”.
Tener mucho dinero, solo significaba poder comprar mas provincias jugando al “Estanciero”, o comprarte un helado, o un paquete de palitos salados en el recreo.
Llenar un frasco con hormigas, o cazar mariposas, podía mantenernos felizmente ocupados durante toda una tarde.
Siempre había una forma de salvar a todos los amigos, y bastaba con un grito de “piedra libre para todos los compañeros”.
No era raro que tuvieras dos o tres “mejores amigos”.
“Es muy viejo…” y así te referías a cualquiera que tuviera mas de veinte años.
Siempre descubrías tus nuevas capacidades y habilidades a causa de un “a que no te animas?”.
No había nada que fuera más lindo y prohibido que “ jugar con fuego”, a pesar de que algún mayor te amenazara con que “el que juega con fuego a la noche se hace pis en la cama”.
“El último es cola de perro” era el grito que te hacia correr como un desaforado, hasta que sentías que el corazón te salía del cuerpo.
“El Poliladron” era solo un juego para los recreos, y era mucho mas divertido ser ladrón que policía.
“Las bombitas de agua” eran la más moderna, eficiente y poderosa arma que se había inventado.
“La desilusión” era haber sido elegido último para el equipo de tu escuela.
La palabra “Venenosa” se refería solo a un tipo de “mancha”, y no a ciertas alimañas o algunas personas.
Para viajar desde la tierra al cielo, solo tenías que jugar “rayuela”.
La red de una cancha de tenis tenía la altura perfecta para jugar un partido de voley y las reglas…no importaban demasiado.
“Verdad / Consecuencia”….si eras nena siempre elegías el color amarillo, ya que solo te preguntaban si era verdad que te gustaba…….en cambio si eras varón, siempre e indefectiblemente elegías el color rojo…y ahí nomás pedías un beso…en la boca.
Los hermanos mayores eran el peor de los tormentos pero también eran los más celosos, fieles y feroces protectores.
Haber llevado un arma a la escuela significaba que te habían atrapado con una onda de rulero.
Nunca faltaban los huevos de chocolate y golosinas que traía el conejo de Pascuas, ni el billete nuevo debajo de la almohada que te dejaba “el ratón Pérez”…..todo a cambio de tus dientes de leche.
“Guerra”…solo significaba arrojarse trozos de tiza y bollos de papel durante las horas libres…la guerra era algo que había sucedido antes de que naciéramos y que nunca volvería a suceder.
Los helados, por supuesto constituían el grupo de los alimentos básicos y esenciales.
Tu bici se transformaba en una poderosa moto solo con colocarle un cartón duro, o una chapita o una bombita de agua inflada entre los rayos de la rueda…si tu bici tenía el asiento banana…bue…eras el capo máximo de la cuadra.
Cambiar figuritas en el patio del colegio….si eras de los mas chicos siempre aparecía uno de los grandes y te decía que te daba un toco de figuritas por una tuya…claro, lo que vos no sabias era que esa que tenias en la mano era la mas difícil del álbum.
Las situaciones…"raras" las llamábamos afilar, atracar, bailar juntos, chapar, contigo pan y cebolla, cortó con, ir a más alto, franelear, ¿te hiciste señorita?, fulana gusta de, fulano habla con, ¿largaste o te largo? , me arregle con, te gusto. Si ustedes pueden recordar la mayoría de estas cosas…y más entonces significa que realmente han estado vivos…que han tenido una infancia feliz y que el niño que todos tenemos adentro todavía sigue vivo.
Por lo menos yo…me acuerdo de todo eso.
A todos nos viene bien tener siempre en mente esos tiempos en que todo era distinto.
Preservemos siempre ese pedacito nuestro en el que todavía somos niños, porque es el que nos hace relacionarnos entre nosotros, y con la vida de una manera más pura y mas honesta.
Esto se lo dedicamos a…cualquiera de nuestros amigos…que necesitan un pequeño descanso en su agitada y estresada vida de adulto…
Y que el último grite “piedra libre para todos los compañeros!!! Así, nos salvamos todos”.
El Texto que acaban de leer pertenece a Eduardo De la Puente - Mario Pergolini.(Rock andPop/ CQC/Algo Habrán Hecho…/ El Gen Argentino)
¿El mate?... riquísimo ¡gracias! Y será hasta la próxima.