"Cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano" Eduardo Galeano.

lunes, 22 de octubre de 2007

Recuperando memorias...

Cada domingo que voy a Guido don Guebara no erra verso, siempre en la mesa se manda algún recitado, asombra comprobar su buena memoria. A Vacarezza, además de admirarlo, se lo debe saber todito... algunas frases van quedando en el inconsiente colectivo familiar, algunas tradiciones, algunos versos sueltos... la Biblia Gaucha, refranes y consejos del viejo Irala/ Romance de Ciriaco Ponce debe haber pasado algún día por casa, ya no está, pero todo está guardado en la memoria... yo para preservarla me puse en campaña para conseguir "mi Biblia Gaucha", pero por ahora conseguí este poema de Vacarezza para compartir con ustedes, que ahi va:

Quien dijo: el amor es ciego
dijo una exageración;
en mi modesta opinión,
yo apenas digo que es bizco
porque lo mira a Francisco,
y lo está viendo a Ramón.

La mujer que uno mantiene
y no cumple como buena,
aunque decirlo me apena,
es gallina bataraza
que come el grano de casa,
y pone el huevo en la ajena.

Toda vela se consume
a fuerza de tanto arder:
y lo que tiene que hacer
el hombre, pa' ser dichoso,
es dejar de hacerse el mozo
cuando empieza a envejecer.

Encargarle a los amigos
el cuidao de nuestras chinas,
suele aumentar las espinas
y trae los mismos engorros,
que encomendarle a los zorros,
el cuidao de las gallinas.

Desconfiá de la mujer
que no dentra a la cocina,
y no se arrima a la tina
de lavar ni por descuido.
En las pilchas del marido,
se vé el amor de la china.

Dicen que las suegras son
gritonas y testarudas.
La mía jué tan sesuda
que en veinte años de casao
ni una vez me ha rizongao,
la pobrecita era muda.

Saber elegir mujer
es mucha sabiduría
pues nadie decir podría
a salvo de todo engaño
si la que elige pa' un año
le va a durar más de un día.

Tampoco te acongojés
por desgracia que no es cierta
al lao de una china muerta
hay otra que mete ruido
y ande se muere un marido
viene otro marido en puerta.

Alberto Vacarezza
Todos seguramente hemos escuchado algún refrán de Vacarezza, solo que quizá no sabíamos de quien era, podemos recuperar el refranero popular, nuestras raíces nos lo están reclamando.
Un abrazo