¡¡¡Aquí estoy!!! acalorada, Mar del Plata nos viene regalando unos días preciosos. Andaba bastante complicada con mis tiempos y me fue imposible recalar en La Matera a amarguear un ratito... aunque eso no significa que no pase de asomo todos los días.
¿Saben que pasa? Trabajar en el Estado es muuuyy complicado, en esta época y con el cambio de gestión todo se encarajina y parece que quieren todo lo que no hicieron en cuatro años, para "ayer". Papeles, informes, resúmenes, formularios, expedientes, fotocopias...todo lo que hace meses está parado en alguna oficina en La Plata parece tomar vida en estos días y acosar a los trabajadores, tomándolos de rehén para apoderarse de sus tiempos. La cuestión es que estos días han sido "full time"... me animo a decir que todos prometen lo mismo, que hace años que vengo viendo cambios de gestión y que sistemáticamente todo se repite. El que se va deja todo a la miseria y el que está por entrar quiere sacar las papas del fuego para encontrar todo limpito, pero estos últimos, cuando llegan y asumen, solo asumen el poder, no las responsabilidades... he llegado a pensar en plantarme en la idea de que todos son malos hasta que demuestren que son buenos, pero eso va en detrimento de mi propia esperanza... uno tiene códigos y cuando trata de hacer las cosas bien, aspira a que estos no se rompan.
Muchas esperanzas relegadas aguardan a un año 2008 cargado de expectativas, esperemos que sean puestas a salvo por quien corresponda... la verdad, no he perdido la fe, pero si la confianza.
No solo la Provincia debería comenzar a andar, a caminar, también los pueblos relegados, como el nuestro, esos pueblos en los que de julio a octubre cada cuatro años se llenan de obras en movimiento, se cortan calles para realizar bacheos, se levantan paredes de casas, se pintan edificios y se arreglan fachadas, esos pueblos que crecen al ritmo simple de una tortuga, esos pueblos donde (también) hay jóvenes, desilusionados, inactivos, pero con ganas de recuperar una cancha de fútbol, de armar una banda de rock, de participar en un torneo, de ir a probarse a un club de Buenos Aires, esos pibes que hoy por hoy se autogestionan la forma de canalizar sus ganas y su empuje, esos pibes que son el futuro, los mismos que mañana quizá sean nuestras autoridades o los maestros de nuestros hijos, o el carpintero que nos haga los muebles, o el almacenero que nos fie "de onda" porque no llegamos a fin de mes, a esos pibes sería importante que apunten las próximas gestiones, desde el cambio y la democracia cultural, desde la participación y ya no desde la excepción, porque en este cambio nadie debe estar exento´.
Así como el pueblo se organiza para hacer un monolito al Dr. Pancho Stea, así como lo hace con la cancha de fútbol de enfrente a lo de "la Abuela Josefa", así como se arma una banda o una comparsa y se generan intereses y se canalizan, así se debe trabajar continuamente, así... siempre, sin desgano, sin el cansancio propio del abandono, así como si siempre estuviéramos en un año de elecciones, porque al pueblo no le quedan grabados sus dirigentes sino por los cambios que realizaron, de otra manera, solo son personas que pasaron y se sentaron en un sillón, haciéndose llamar Intendente, Gobernador o Presidente, así de vacío, así de hueco, sin ningún contenido que los respalde y que los preserve, solo perpetrados en la fría letra de un sello de escritorio...
Todo puede cambiar, de hecho estoy segura de que SI se puede, porque mientras el interés y la voluntad exista, nada podrá jugarle en contra, solo la apatía y con ella habremos perdido todo.
Algunas veces me siento cansada, desilusionada, aburrida, absorvida por este sistema ingrato, pero elijo una vez más y para siempre pelearla desde adentro, sentir que soy parte del sistema, me da la voluntad, las ganas y la energía para convencerme de que se puede cambiar.
Les dejo un abrazo,
¿ Los matecitos? riquísimos!! como siempre... ¿mis convicciones? ahí las ven!! como siempre...