"Cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano" Eduardo Galeano.

domingo, 25 de noviembre de 2007

El cuento del domingo

de Mario Benedetti
Salvo excepciones

En la sala repleta circuló un aire helado cuando don Luciano, con todo el peso de su prestigio y se su insobornable capacidad de juicio, al promediar su conferencia tomó aliento para decir: “como siempre, quiero ser franco con ustedes. En este país, y salvo excepciones, mi profesión está en manos de oportunistas, de frívolos, de ineptos, de venales”.
A la mañana siguiente, su secretaria le telefoneó a las ocho: “Don Luciano, lamento molestarlo tan temprano, pero acaban de avisarme que frente a su casa, hay como quinientas personas esperándolo” “¿Ah, sí? Dijo el profesor de buen ánimo. “Y que quieren?” “Según dicen, se proponen expresarle su saludo y su admiración” “Pero ¿Quiénes son?” “No lo sé con certeza, don Luciano. Ellos dicen que son las excepciones”