"Cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano" Eduardo Galeano.

miércoles, 23 de enero de 2008

"La Transparencia del Barro"


Ayer volviendo en tren, el tren en el que mi hija se desplaza a diario comprobé lo que ella y todos los que viajan me comentan, los coches sucios, de días, saltan casi sobre la vía que hace años no se repara, es la línea eléctrica del Roca, las estaciones enrejadas, los usuarios debemos pasar con el boleto en la mano por cada control, para eso las rejas. Entonces recordé el anuncio de el tren bala a Rosario.

Esta mañana cuando volvía de la compra diaria, veo como todos los días, desde hace semanas, en la puerta de la Iglesia ese hombre extremadamente delgado junto a un chico (que es quien pide) todos pasamos, yo incluida, desoyendo el pedido -tiene una moneda señora por favor-
Hace apenas una hora miraba en la tele como “encontraban a solución” para que los cartoneros que no tienen ya su tren, pudieran abandonar sus precarios acampes en las Plazas de la Ciudad Autónoma, así los vecinos se tranquilizan.
Mientras en TN el Gobernador Scioli habla de la modernización del estado Provincial de miles de viviendas a construir, de guardapolvos, zapatillas, útiles "es un buen alumno".
Hace pocos días otro Gobernador, el de Chaco pidió perdón a la comunidad Toba por la Matanza de Napalpí , eso sí en 2006 el Estado Nacional rechazo la demanda de indemnización de daños y perjuicios, lucro cesante, daño emergente, daño moral y de búsqueda de la verdad por la matanza de aborígenes en 1924…

Vamos a tomar unos mates y a compartir el texto que sigue, tal vez mañana, o pasado cuando pase por la puerta de la Iglesia me detenga a hablar con el hombre extremadamente delgado junto al chico, que es quien pide…

"¡Ay de aquellos
- que saborean el dulce del azúcar en platos refinados, pero no tienen paladar para la amargura del haitiano que corta la caña;
- que miran la belleza de las fachadas de los grandes edificios, pero no oyen en las piedras el grito de los obreros mal pagados;
- que pasean en carros de lujo por las nuevas avenidas, pero no tienen memoria para las familias desalojadas como escombros;
- que exhiben ropa elegante en cuerpos bien cuidados, pero no se preocupan de las manos que cosechan el algodón...porque dejan resbalar sobre la vida su mirada de turistas y no contemplan detrás de las fachadas con ojos de profeta!
¡Ay de aquellos
- que sólo ven en el pobre una mano que mendiga y no una dignidad indestructible que busca justicia;
- que sólo ven en los numerosos niños marginados una plaga y no una esperanza para todos que hay que cultivar;
- que sólo escuchan en los gritos de los pobres caos y peligros y no oyen la protesta de Dios contra los fuertes;
- que sólo contemplan lo bello, lo sano y poderoso y no esperan la salvación de lo más bajo y humillado...porque no podrán contemplar la salvación que brota en el Jesús encarnado desde abajo!"

BENJAMÍN GONZÁLEZ BUELTA, La Transparencia del Barro, Santander, Sal Terrae, 1989.