"Cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano" Eduardo Galeano.

lunes, 10 de marzo de 2008

A raíz del desastre en Dolores

escucho y leo:"¿En qué manos estamos?" , en referencia a los choferes de micros de larga distancia.Y sigo escuchando y leyendo: "En manos de gente inescrupulosa e irresponsable, verdaderos homicidas al volante que vulneran el derecho a la vida poniéndonos en el límite entre la vida y la muerte".Y yo acuerdo, pero agrego: "Al volante de la sociedad toda,es que hay inescrupulosos e irresponsables".Los choferes son un resultado más de un esquema de elección de sueldos, haberes, horarios a cumplir, de velocidades y de reglamentos aprobados por los legisladores y los ejecutivos que votamos,de estados físicos y emocionales a los que ninguna empresa atiende y de tantos etcéteras que la responsabilidad -para los cortos de vista- se diluye o se confunde.Los choferes son las caras visibles del horror. Esas caras que uno necesita demonizar para calmar la desazón existencial que producen estos eventos.Pero,tras la desazón y la angustia, pongámonos los pantalones largos:es necesario que logremos comprender que es el Estado quien decide dónde,cómo y a quién destina los fondos que recauda y quien decide las estrategias de control que no permiten que actividad privada alguna transgreda la ley, único invento humano que intenta acoger a todos en un territorio nacional.Todos aquellos espacios y actores que el Estado olvida devienen espacios y actores peligrosos para todos los que habitamos su territorio ancional.El Estado es,cotidianamente, sus autoridades legisladoras,ejecutivas y judiciales, cuyas decisiones nos incumben porque nos modifican a diario.Si hay "gente inescrupulosa e irresponsable, verdaderos homicidas al volante" no los busquemos -¡otra vez!- en uno de los últimos eslabones de la cadena de las responsibilidades cívicas.
Diego Sachella
diegosachella@hotmail.com