Cuando la tarde declina
sumida en vago arrebol,
al guardar su luz el sol
la noche se determina.
Una estrella repentina
deja caer su fulgor,
enmarcando el esplendor
de un cielo de fantasía
que completa la armonía
para un instante de amor.
Un corazón encendido
entre las sombras palpita
y con ternura infinita
aguarda lo prometido.
El tiempo se ha detenido
jugando con el temblor,
de esos labios que al rumor
de los pasos esperados,
anidan besos callados
y un juramento de amor.
Norma Ester Montenegro
Ahora encontramos a Norma también en:
http://tanguera.escribirte.com.ar/
¡Felicitaciones y Gracias Norma!
sumida en vago arrebol,
al guardar su luz el sol
la noche se determina.
Una estrella repentina
deja caer su fulgor,
enmarcando el esplendor
de un cielo de fantasía
que completa la armonía
para un instante de amor.
Un corazón encendido
entre las sombras palpita
y con ternura infinita
aguarda lo prometido.
El tiempo se ha detenido
jugando con el temblor,
de esos labios que al rumor
de los pasos esperados,
anidan besos callados
y un juramento de amor.
Norma Ester Montenegro
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(Foto: José Guebara. Gral. Guido)