(Dedicado a Maipú. Prov. de Bs. As.)
Mi pueblo sin ser mío
Es parte de mí existir
Y en su gastado vivir
Todos mis sueños confío
Gris de nada, calor, frío
Viento sur tan esperado
Sueños que son enterrados
Tras una melga derecha,
Un sinfín de cosechas
Entre labios apretados
Mi pueblo tiene quimeras
Por donde se va la vida,
Con su gente conocida
Por el ruido de la suela,
Campanas que son vigüelas
Malambeando con coraje
Porque su ronco cordaje
Trae de lo alto presente,
El cascabel de la muerte
En su lúgubre mensaje.
Mi pueblo tiene sonrisas
Colgadas de los balcones,
Tiene mufas y rencores
Bailando por las cornisas,
Banco, pizarrón y tizas.
Escuela, timbre, salón,
Tiene soplo de lección
De muchacha quinceañera,
Un ondular de bandera,
Y el “aura” del pericón,
Mi pueblo tiene la flor
Y por su frescura lucha,
Con un Dios que nos escucha
Pródigo siempre en amor,
Con el manto del dolor
Se fabrican esperanzas,
Empujando la balanza
Tratando de equilibrar,
Pues le cuesta mucho dar
Cuando lo que da no alcanza.
Mi pueblo tiene el tuteo
Del acento provinciano,
Con el “hasta pronto hermano”,
“Chau viejo, luego te veo”,
Tiene cristo con ateos
Profesando la oración,
El acento compadrón
De las tardes domingueras,
Y la reunión placentera
De amigo, mate y fogón.
Mi pueblo sin ser mío
Es parte de mí existir
Y en su gastado vivir
Todos mis sueños confío
Gris de nada, calor, frío
Viento sur tan esperado
Sueños que son enterrados
Tras una melga derecha,
Un sinfín de cosechas
Entre labios apretados
Mi pueblo tiene quimeras
Por donde se va la vida,
Con su gente conocida
Por el ruido de la suela,
Campanas que son vigüelas
Malambeando con coraje
Porque su ronco cordaje
Trae de lo alto presente,
El cascabel de la muerte
En su lúgubre mensaje.
Mi pueblo tiene sonrisas
Colgadas de los balcones,
Tiene mufas y rencores
Bailando por las cornisas,
Banco, pizarrón y tizas.
Escuela, timbre, salón,
Tiene soplo de lección
De muchacha quinceañera,
Un ondular de bandera,
Y el “aura” del pericón,
Mi pueblo tiene la flor
Y por su frescura lucha,
Con un Dios que nos escucha
Pródigo siempre en amor,
Con el manto del dolor
Se fabrican esperanzas,
Empujando la balanza
Tratando de equilibrar,
Pues le cuesta mucho dar
Cuando lo que da no alcanza.
Mi pueblo tiene el tuteo
Del acento provinciano,
Con el “hasta pronto hermano”,
“Chau viejo, luego te veo”,
Tiene cristo con ateos
Profesando la oración,
El acento compadrón
De las tardes domingueras,
Y la reunión placentera
De amigo, mate y fogón.
Miguel Angel Verna
Maipú 26/07/1978