"Cuando el desencanto se ha convertido en artículo de consumo masivo y universal. Nosotros seguimos creyendo en los asombrosos poderes del abrazo humano" Eduardo Galeano.

jueves, 11 de diciembre de 2008

Fue el 25 de abril de este año cuando me reencontré con “Persuasión de los días” de Oliverio Girando. Elegí entonces compartir con ustedes “Lo que esperamos”.
Hoy Diego lo reenvía con un saludo de fin de año
¡ya termina 2008!...
Este poema que Girondo escribió hace más de sesenta años, como bien dice Diego:

"Pareciera haber sido escrito para ser renovado cada tanto, como expresión de deseos.
TARDARÁ, tardará
Ya se que todavía
los émbolos,
la usura,
el sudor,
las bobinas
seguirán produciendo,
al por mayor,
en serie,
iniquidad,
ayuno,
rencor,
desesperanza;
para que las lombrices con huecos portasenos,
las vacas de embajada,
los viejos paquidermos de esfínteres crinados,
se sacien de adulterios,
de diamantes
de caviar
de remedios.
Ya sé que todavía pasaran muchos años
para que estos crustáceos
del asfalto
y la mugre
se limpien la cabeza
se alejen de la envidia,
no idolatren la seña,
no adoren la impostura,
y abandonen su costra
de opresión.
de ceguera,
de mezquindad,
de bosta.
Pero, quizás, un día,
antes de que la tierra se canse de atraernos
y brindarnos su seno,
el cerebro les sirva para sentirse humanos,
ser hombres,
ser mujeres,
-no cajas de caudales,
ni perchas desoladas-,
someter a las ruedas,
impedir que nos maten,
comprobar que la vida se arranca y despedaza
los chalecos de fuerza de todos los sistemas;
y descubrir, de nuevo, que todas las riquezas
se encuentran en nosotros y no bajo la tierra.
Y entonces…
¡Ah! ese día
abriremos los brazos
sin temer que el instinto nos muerda los garrones,
ni recelar de todo,
hasta de nuestra sombra;
y seremos capaces de acercarnos al pasto,
a la noche,
a los ríos,
sin rubor,
mansamente,
con las pupilas claras,
con las manos tranquilas;
y usaremos palabras sustanciosas,
auténticas;
no como esos vocablos erizados de inquina
que babean las hienas al instarnos al odio,
ni aquellos que se asfixian
en estrofas de almíbar
y fustigada clara de huevo corrompido;
sino palabras simples,
de arroyo,
de raíces,
que en vez de separarnos
nos acerquen un poco;
o mejor todavía,
guardaremos silencio
para tomar el pulso a todo lo que existe
y vivir el milagro de cuanto nos rodea,
mientras alguien nos diga,
con una voz de roble,
lo que desde hace siglos
esperamos en vano.
de Persuasión de los días (1942) Oliverio Girondo Poeta Argentino 1891-1967
Qué tengan un saludable fin de año y que las mesas de estas celebraciones estén llenas del Amor de su gente.
Un abrazo.
Diego Sachella