Desde la noche que sobre mi se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses si existen por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino
mi cabeza ensangrentada
sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas
e ira yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años me encuentra,
y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
escrito en 1875 por William Ernest Henley(1849-1903)
hoy, titulo de la excelente historia contada por
Clint Eastwood.
¡No se la pierdan!
¡No se la pierdan!